Hemos seleccionado cuidadosamente las mejores cosas que ver y hacer en Getxo. Desde el Camino de las Grandes Villas hasta visitar el Puerto Viejo de Algorta – Aquí encontrarás todo lo relacionado con el turismo en Getxo.
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Palacio Arriluze - Camino de las Grandes Villas
Getxo es la localidad situada en la margen derecha del Río Nervión a la altura del Puente Colgante, la cual ha sido considerada tradicionalmente la orilla “pija” del río.
La localidad se caracteriza por sus grandes casas y mansiones, las cuales fueron construidas por la burguesía local en el barrio de las Arenas, especialmente durante la Industrialización (finales del siglo XIX y principios del XX).
Debido a su ubicación junto al mar, fue el lugar elegido por la gente adinerada, ya que les permitía escapar de la contaminación y el ajetreo de Bilbao.
El Camino de la Grandes Villas es un bonito paseo que merece la pena recorrer y la manera perfecta de descubrir Getxo. El camino comienza en el Puente Vizcaya para continuar junto al río, rodeando la bahía, hasta llegar a la marina de Getxo.
Como no podía ser de otra manera, el nombre del camino viene de la multitud de hermosas mansiones que pueden ser admiradas elevándose en la colina, con vistas al agua.
Cada una de esas grandes villas es una construcción magnífica a la vez que única. Dos de los mejores ejemplos son el Palacio Arriluze y la Mansión Aitzgoyen. El Palacio Arriluze fue diseñado en una mezcla de estilos medieval y victoriano, con un toque británico, construido enteramente de piedra de sillería y caracterizado por sus dos torretas asimétricas.
A su lado se eleva la Mansión Aitzgoyen que fue construida en estilo neo-vasco popular. Fue el primer edificio de tal tamaño en ser diseñado por Manuel María Smith en 1909. Posteriormente, María Smith diseñó algunos de los edificios más importantes del País Vasco, tales y como el Hotel Carlton en la Plaza Moyúa de Bilbao.
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Marina El Abra
Restaurantes en la Marina El Abra
Inaugurada en 1998, la Marina el Abra fue el primer puerto deportivo en abrir sus puertas en el País Vasco español.
Se trata de una marina con todas las facilidades y equipamientos necesarios para la reparación y el mantenimiento de barcos, pero además, también presume de una bonita zona recreativa y un paseo que se extiende junto al agua. El paseo ofrece hermosas vistas de los barcos en el puerto y las montañas al fondo, al otro lado de la bahía.
Una vez que estás en la marina, el ambiente es tranquilo y relajado, y da la impresión de estar mucho más lejos de la ciudad. Además, han hecho un buen trabajo orientando el complejo de la marina para esconder los emplazamientos industriales en el otro lado del río.
En la marina hay también un patio de comidas que está dividido en dos. El edificio principal está dedicado a la comida rápida mientras que el resto de edificios alberga varios cafes, bares y restaurantes. Todos los establecimientos en primera línea ofrecen grandes terrazas que permiten a los visitantes sentarse al aire libre y disfrutar de las bonitas vistas.
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Vistas del Puerto Viejo de Algorta
Bar en el Puerto Viejo de Algorta
Callejuela en el Puerto Viejo de Algorta
Debido a su ubicación, junto al Río Nervión, en el barrio de Algorta existe una larga tradición marítima. Además de la pesca, los hombres de Algorta eran famosos por ser marineros profesionales que sabían cómo navegar los barcos en la bahía y adentrarlos en el río.
Se trataba de una complicada tarea debido a los bancos de arena que normalmente se formaban bajo el agua. Su servicio era crucial para los grandes barcos en su camino hacia Bilbao.
El Puerto Viejo de Algorta es la zona donde vivían tanto pescadores como marineros. Aunque en la actualidad prácticamente ambas profesiones han desaparecido, la atmósfera marinera sigue viva en el barrio.
El puerto viejo está formado por estrechas y empinadas calles, llenas de pequeñas casas blancas que lo convierten en un encantador barrio en el que perderse. De alguna manera, te hace sentirte lejos de los complejos industriales que se elevan en la otra orilla del río, como si estuvieses en un pequeño y lejano pueblo.
Es un lugar donde todo el mundo se conoce – grupos de hombres mayores con la típica boina sentados en un banco charlando, mientras las mujeres cuelgan la ropa desde las ventanas, saludando y hablando con los vecinos que pasan por delante.
El Puerto Viejo de Algorta es frecuentado tanto por locales como visitantes, los cuales vienen a relajarse y tomar algo en alguno de los múltiples bares y restaurantes. Las escaleras que suben al pueblo son el lugar favorito de la gente local para sentarse a disfrutar de un precioso atardecer en una atmósfera de tranquilidad.
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Playa Ereaga
Getxo es también popular por sus playas: las Arenas, Ereaga, Arrigunaga, Gorrondatxe-Azkorri y Barinatxe-La Salvaje. Todas ellas son de fácil acceso utilizando el transporte público, lo que las hace muy populares entre los bilbaínos. Todas las playas de Getxo disponen de socorrista, baños y duchas.
Las primeras dos playas (las Arenas y Ereaga) están consideradas playas urbanas y se puede llegar a ellas a pie desde el Puente Vizcaya. Mientras que la playa de las Arenas es bastante pequeña (240 m), la playa de Ereaga (880 m) ofrece espacio para practicar deportes, tales y como piragüismo, voleibol, fútbol, etc.
Situada entre dos acantilados, la playa de Gorrondatxe-Azkorri es la playa más tranquila de Getxo ya que es la de más difícil acceso. Esta playa ha sido premiada con la bandera azul por la Fundación de Educación Medioambiental debido a la calidad de sus aguas y el entorno natural que la rodea.
Si estás interesado en practicar surf, entonces te recomendamos visitar las playas de Gorrondatxe-Azkorri y Barinatxe-La Salvaje.
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Estación de rescate “Casa de Náufragos”
A lo largo de los siglos, los bancos de arena formados bajo el agua a la altura de Getxo y Portugalete han demostrado ser peligrosos para los barcos de camino a Bilbao.
Los marineros de estas dos localidades eran expertos en navegar los barcos hacia el puerto, tanto que incluso lo convirtieron en una profesión.Los “lemanes”, tal y como eran llamados, guiaban los barcos hacia su destino, sin embargo, incluso con su experiencia, seguían ocurriendo algunos naufragios.
Getxo era el municipio responsable de ayudar a las personas envueltas en naufragios y, por esa razón, la Casa de Náufragos fue creada en esta localidad. El faro y la estación de rescate fueron construidos en 1920 por Ignacio María Smith en estilo neo-vasco.
El edificio se eleva sobre las rocas del muelle, al final del “Camino de las Grandes Villas”, justo antes de llegar a la Playa de Ereaga. En la actualidad, está gestionado por la Cruz Roja.