La Cascada de Gujuli (“Goiuri” en euskera) está ubicada a unos 15 minutos en coche de la carretera que comunica Bilbao con Vitoria (N-622) y definitivamente merece la pena el desvío. Se encuentra al lado del pueblo con el mismo nombre, justo al otro lado de las vías del tren (línea Bilbao – Madrid). La Cascada de Gujuli pertenece al Parque Natural de Gorbeia y, desde los alrededores de la cascada, se ve la cima del monte Gorbeia.
El agua de la Cascada de Gujuli viene del riachuelo Oiardo, que después de atravesar silenciosamente el pueblo de Goiuri, se precipita en una caída de más de 100 metros, ofreciendo a los visitantes un espectáculo fantástico. En nuestra visita, descubrimos que hay tres maneras de disfrutar de esta cascada:
1. Llegando desde el desvío de la carretera que comunica Bilbao y Vitoria (N-622), aproximadamente 1 km antes de llegar al pueblo de Goiuri, hay señales en la carretera indicando el mirador a la cascada. Junto a la carretera, existe una pequeña zona de aparcamiento y un panel informativo. Dejando ahí el coche y después de un corto camino de unos 5 minutos, se llega al mirador principal. Este mirador ofrece probablemente las mejores vistas de la catarata, con las casas de Goiuri detrás. Este área está protegida con una barandilla y es segura para caminar con niños.
2. Desde ese mismo aparcamiento, es también posible continuar por otro camino que va paralelo a las vías del tren. Tras unos 15 minutos, llegarás a cruzar el riachuelo Oiardo para, a continuación, pasar junto a la iglesia de Goiuri. Justo después, hay que cruzar las vías del tren. Aunque hay señales que indican que está prohibido, parece que todo el mundo lo hace, y hay incluso una puerta giratoria que permite la entrada a las vías. Nada más atravesar las vías, ya estás en la cima de la cascada. Ten en cuenta que este área no está acondicionada como mirador. No hay barandilla y, por esa razón, es muy importante tener mucho cuidado, especialmente después de abundante lluvia, ya que el barro puede ser extremadamente resbaladizo.
3. Desde la cima de la cascada, es posible seguir un camino hasta su parte más baja. Sin embargo, este camino no está señalizado y, de nuevo, puede ser peligroso después de la lluvia.
Aunque tuvimos suerte de ver la cascada de Gujuli con un montón de agua, el camino hasta abajo estaba tan embarrado que no pudimos hacerlo. Sin duda volveremos a intentarlo, quizás este verano.
Un lugar adorable al que merece la pena volver si en el primer intento no ha habido la suerte de ver la caída de agua.