Comienza tu visita paseando por la calle principal ( Nagusia Kalea) donde puedes parar a comprar productos locales o comer un pintxo.
Al final de la calle encontrarás la iglesia gótica del siglo XV dedicada a San Salvador. Un detalle interesante del edificio es que su suelo está inclinado debido al terreno rocoso sobre el que se construyó.
La calle continúa a través de un túnel excavado bajo la iglesia. Dicho túnel fue en sus orígenes utilizado con fines defensivos, en los tiempos en que la iglesia pertenecía a la muralla que rodeaba el pueblo.
Bajando hacia el puerto, para en uno de los numerosos restaurantes a probar el pescado a la parrilla y el vino blanco local por excelencia, el txakoli. Te recomendamos pedir salmonetes en el restaurante May Flower, el cual ofrece hermosas vistas del puerto desde su terraza.
Si estás buscando algo más lujoso, dirígete a los restaurantes Elkano (una estrella Michelín) o Kaia-Kaipe. Son conocidos por ser lo mejor de lo mejor en Getaria. Sin embargo, independientemente del restaurante que elijas seguro que comerás bien, ya que todos ellos ofrecen la pesca del día. Es imposible equivocarse.
Al final del puerto está el monte de San Antón, que hasta el siglo XV era una isla. La forma del monte recuerda a la de un ratón y es por ello que es conocido por los locales como ratón de Getaria. El monte de San Antón es un parque natural con una gran variedad de vegetación y animales (especialmente gaviotas).
Existen varios senderos que llevan a la cima del monte. En el camino, descubrirás el faro desde el cual se observaba a las ballenas (Getaria fue, como tantos otros en la costa vasca, un pueblo ballenero durante siglos). Si continuas hasta la cima, te verás recompensado con una hermosa vista panorámica del pueblo y la costa vasca.
Los alrededores de Getaria están repletos de viñedos de txakoli. Por supuesto, es posible probar los diferentes txakolis en los bares y restaurantes del pueblo (hay incluso una tienda de degustación en Nagusia Kalea que vende todos los txakolis de la zona de Getaria).
Sin embargo, si quieres probar el vino antes de comprarlo o simplemente quieres aprender más acerca del txakoli en general, es mejor idea aventurarse a las bodegas que rodean Getaria.
La mayoría de las bodegas están abiertas para venta directa. Algunas ofrecen degustaciones y unas pocas ofrecen también visitas guiadas. Te recomendamos echarle un vistazo a la página web de Getariako Txakolina para obtener información más detallada.
Si estás interesado en diseño y moda, definitivamente te recomendamos visitar el museo dedicado a Cristobal Balenciaga. Balenciaga, nacido en Getaria en 1895, fue un verdadero innovador de la moda. Fue respetado (y aún lo es hoy en día) a lo largo del mundo de la moda por su técnica y construcción así como por su perfeccionismo.
El museo en su honor abrió las puertas en 2011 y está ubicado en dos edificios separados pero conectados entre sí. Uno de ello es un gran edificio moderno, el otro es el Palacio Aldamar, donde Balenciaga pasó la mayor parte de su niñez ya que su madre trabajaba como sastre para los dueños del palacio, los marqueses Casa Torre. Fue ahí donde Balenciaga entró en contacto por primera vez con la alta costura y resulta por ello el lugar perfecto para ubicar el museo en su honor.
Getaria tiene otro hijo famoso, Juan Sebastián Elcano. Elcano fue un explorador que completó la primera vuelta al mundo. Paseando por Getaria, descubrirás un par de monumentos en su honor, como por ejemplo, en la plaza enfrente del ayuntamiento. El monumento más grande se encuentra en la carretera principal que cruza el pueblo, justo antes de la playa de Malkorbe.
El pueblo de Zarautz se encuentra a tan solo 3 km de Getaria y hay un camino por la costa que conecta ambas localidades. Verás muchos locales de todas las edades en dicho camino, disfrutando de la brisa del mar Cantábrico mientras hacen ejercicio o simplemente dando un paseo.